La estación ferroviaria fue habilitada en diciembre de 1929, entre La Sortija y Juan Eulogio Barra, ramal del Ferrocarril del Sud que unía a Coronel Dorrego y Olavarría, vía Chillar. El servicio fue clausurado en el año 1977.

Alrededor de la estación e instalaciones de la empresa (dependencias secundarias, vías, embarcadero de hacienda, etcétera) con alambrado perimetral, se construyeron y habilitaron algunas casas particulares, también un almacén de campaña y la sede del Centro Social y Deportivo “Pedro Próspero Lasalle”.

La mencionada entidad cumplió durante varias décadas una interesante función, de acuerdo a sus objetivos fundamentales, pues en su sede se reunían las familias de toda la comarca, detalle muy importante en aquella época en la que los medios de locomoción y los caminos vecinales eran más precarios. Conmemoraciones, actos formales, fiestas populares, acontecimientos familiares y actos protocolares referidos a la escuela local, fueron algunos de los motivos de acercamiento de los pobladores de amplia zona circundante, dando razón de ser a la estación que pudo ser pueblo pero se prolonga en la consideración pública como simple referencia histórica y geográfica. En este panorama exterior, la actividad que se origina en la Escuela Nº 13 fluye con la incandescencia de los valores positivos y la calidez del esfuerzo humano.

La descripción de la obra “Argentina paso a paso” (1998) señala:

“Pedro Próspero Lasalle – 37º59’ latitud sur; 60º 34`longitud oeste. Está al oeste del distrito, al sudoeste de De la Garma, al noroeste de la localidad cabecera, distante 54 kilómetros (33 sobre RP 75 pavimentada y 2l por caminos rurales).

Su epónimo – es decir la denominación de la estación ferroviaria y paraje – significa una expresión de homenaje a don Pedro Próspero Lasalle, quien fue uno de los primeros ganaderos de la zona y donante de los terrenos que necesitó el servicio ferroviario.

GUIA COMERCIAL DEL F.C.S. (1931) – “PEDRO P. LASALLE”.

“No hay pueblo ni autos, pero sí dónde hospedarse. Hay 50 habitantes. Jefe de la estación ferroviaria Pedro Próspero Lasalle es don José Fernández, y allí funciona la estafeta postal. Existe un hotel y su propietario se llama Braulio Ruiz.

Existen cuatro cremerías (es decir tambos con derivación industrial casera) que pertenecen a Marcelino Fernández, Abel Poblet, Fernando Dufaur y Juan Baca.

Las estancias más cercanas son La Argentina (Fernando Dufaur), La Araucaria (Sucesión de Manuel Poblet), y el establecimiento de Pedro Próspero Lasalle.

Se registran como agricultores del paraje los siguientes: lberto Islas, Gaspar Guglielmetti, José Cabera, Z. Doartero, Viuda de Elisiri, Toribio Calvete, Mariano Carrico, Pedro Salaberry, J. Obaya, Pedro Atela, Santos García, S. García, Galarza, Antonio Tanso, Juan Power, Manuel Melo, Evaristo Melo, Pascual Giannico, F. Astar, J. Di Croce, Pedro Larene y José Goycoa”.

APUNTES DEL CRONISTA

Hacia el año 1980 el cronista visitante describía así sus impresiones:

“Cuando el viajero llega al lugar dejando de lado la sucesión de parcelas sembradas y campos naturales poblado de hacienda, con manchones verde oscuros de los montes de eucaliptos salpicando el paisaje, encuentra a la estación Pedro Próspero Lasalle que impone su exótico estilo y su presencia que sobresale en relación directa con la horizontalidad del conjunto. Pareciera estar rodeada de un halo melancólico, como de eterna espera. Como ese convoy de herrumbados vagones que abren una gran incógnita en cuanto a su destino de mudez y quietud. Todo se incluye en un breve radio: un viejo almacén, el edificio forrado de chapas que pertenece al centro Deportivo y Recreativo, algunas viviendas… y el blanco edificio de la Escuela Nº 13. Las vías del ramal se clausuraron hace más de 10 años. La hilera de viejos vagones para haciendas inútilmente arrimados al embarcadero, sugieren escenas plenas de vida en ritmo de trabajo, proyectos y ansiedades de patrones y sus trabajadores bajo dependencia. Nos confirma un vecino que desde 1958 no se cargan vacas ni ovejas desde ahí. Si el ramal había sido inaugurado en 1929 es fácil deducir que fueron menos de 30 los años más propicios, esos años que permitieron vincular a las estancias de una zona potencialmente productiva, y es dable preguntarse: ¿qué factores influyeron para decidir la clausura?… “El mismo vecino hace un comentario breve en palabras pero claro en el concepto: Es tiempo de los camiones, amigo. Es un cambio total en formas de trabajo, y se piensa en lo práctico y en razones económicas. Las familias afincadas en el lugar por motivos de trabajo importan menos en el cálculo matemático. Así hablaba el vecino. Una balanza para camiones instalada a poca distancia constituye elocuente confirmación”.

En los años que transcurrieron entre 1870 y 1880 don Pedro Lasalle instaló la primera casa de negocios en la zona, a la que bautizó “La Sortija”, denominación que posteriormente identificó al paraje y se prolongó en el nombre de la estación ferroviaria instalada en ese punto, formando parte de la línea que partiendo desde Coronel Dorrego seguía por Juan Eulogio Barra hacia Azul y Capital Federal, librada al público el 1º de diciembre de 1929.

Aquella casa de negocios abarcaba muchos rubros: almacén, talabartería, tienda, panadería y acopio de frutos regionales. Las mercaderías eran transportadas desde Buenos Aires en carretas que demoraban varios meses en hacer la travesía. Tráfico de pasajeros y correspondencia se efectuaban en galeras.

La región siguió prosperando merced a la explotación ganadera, comercialización de sus productos y multiplicidad de trabajos que generaba. Al comenzar el siglo XX había importantes establecimientos. Entre ellos se menciona a la estancia La Araucaria, de Poblet, que en 1910 registraba una existencia de 40.000 cabezas de ovinos.

ESCUELA Nº 13 “ESTEBAN ECHEVERRIA”

La Escuela Nº 13 Esteban Echeverría dependía del Ministerio de Educación de la Nación en sus comienzos, y prácticamente comenzó a funcionar en el mismo edificio que llega hasta la actualidad. Al iniciarse el año 1956 dependía ya del Ministerio de Educación de la Provincia, y fue su primera directora la docente tresarroyense Delia Alvarez.

La sucedió en el cargo su coterránea Herminda Di Salvo. En 1957 asumió Delia Esther Alvarez; en 1962 fue designada Marta Brescia, quien destacó por su preocupación en mejorar las condiciones del establecimiento, y le siguió en su acendrada dedicación la docente Elda Iribarne de Bonnefón, hasta 1988. Otras directoras fueron Alfonso, Saubiette, Marilina Barrios. Desde 1993 es directora del establecimiento María Alejandra Troitiño.

En realidad, todas las maestras que han trabajado frente a la bulliciosa colmena de treinta o más niños del lugar, demostraron cariño y lograron correspondencia de la laboriosa comunidad agropecuaria, que aporta hombres y mujeres para compartir las tareas de apoyo de la asociación cooperadora.

Primera Asociación Cooperadora

Como ocurre con todos los establecimientos educacionales de nuestro país, la solidaridad vecinal se consolida en función de ayuda. En este sentido canalizan voluntades y esfuerzos las asociaciones cooperadoras, conformadas en su mayor parte por padres y familiares de los mismos alumnos y por vecinos del lugar.

El 24 de noviembre de 1956 se formó la primera Asociación Cooperadora de la Escuela Nº 13 “Esteban Echeverría”, con las siguientes personas: Presidente, Pedro Brescia; Vicepresidente, Gastón Bonnefón; Secretario, Alberto Calvete; Tesorero, Venerando Calderón; Secretaria de actas y asesora: Delia Esther Alvarez; Vocales: Alberto Depoilly, Vicente Calderón, Elena T. De Bonnefón, Elda L. de Depoilly, María del Carmen Acuña, Sara Brescia y Mario Isla; Revisores de cuentas: Enriqueta C. De Depoilly y Héctor Rodolfo Durquet.

Denominación

La denominación oficial de la Escuela Nº 13 honra la memoria de Esteban Echeverría, nacido en Buenos Aires el 2 de setiembre de 1805 y fallecido en Montevideo el 20 de enero de 1951. Fue poeta, pensador y político argentino. Es el creador del llamado romanticismo, y entre sus composiciones más populares se destaca La cautiva, que relata con fuerza dramática episodios del largo enfrentamiento entre las fuerzas castrenses y la épica resistencia de los aborígenes.

“Por una escuela de capacitación técnica” (Opiniones de la directora Marta Brescia, en entrevista con el cronista visitante, noviembre de 1969):

“La mayoría de nuestros alumnos son hijos de chacareros. Cumplido el ciclo primario se encuentran en seria disyuntiva, porque los costos de estudios secundarios agregados a los de hospedaje y manutención son, en general, superiores a lo que sus padres pueden pagar. Una escuela de capacitación técnica, tanto en la faz agraria como en otras materias prácticas, según el medio en que vivimos”.

Material Extraído: Historia del Partido de Adolfo Gonzales Chaves – septiembre 2001.